Si hay algo que le admiro a Frank Miller –creador del cómic de donde se extrajo ésta página– es su capacidad para analizar a la sociedad estadounidense y saber que este tipo de conductas pueden presentarse en la realidad con más frecuencia de la que nos gustaría saber. Ya lo vimos en Columbine, lo vimos también en Colorado, lo hemos visto con frecuencia en todo Estados Unidos... y lo seguiremos viendo, mientras la venta de armas en la tierra del Tío Sam siga siendo un asunto tan trivial como comprar leche y huevos por la mañana.
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Si hay algo que le admiro a Frank Miller –creador del cómic de donde se extrajo ésta página– es su capacidad para analizar a la sociedad estadounidense y saber que este tipo de conductas pueden presentarse en la realidad con más frecuencia de la que nos gustaría saber. Ya lo vimos en Columbine, lo vimos también en Colorado, lo hemos visto con frecuencia en todo Estados Unidos... y lo seguiremos viendo, mientras la venta de armas en la tierra del Tío Sam siga siendo un asunto tan trivial como comprar leche y huevos por la mañana.
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